Su experiencia incluye dirigir un movimiento de iglesia local entre los marginados, el desarrollo de sistemas de entrenamiento para liderazgo misional innovador, dirige el trabajo de misiĆ³n y revitalizaciĆ³n de su denominaciĆ³n, ademĆ”s de ofrecer consultorĆa y capacitaciĆ³n para el movimiento en todo Occidente. Alan es cofundador del programa de MA sobre movimientos de Iglesia misional en Wheaton College (Illinois). TambiĆ©n es profesor adjunto en el seminario de Asbury, Seminario de Fuller y Seminario de George Fox, entre otros, y con frecuencia imparte clases en Australia, Europa y los Estados Unidos.
Hirsch y su ministerio han puesto a disposiciĆ³n del lector hispano el libro Caminos Olvidados en formato digital y gratuito, desde aquĆ lo puedes descargar en su ediciĆ³n original en espaƱol. Desde nuestro grupo en Facebook, o desde Telegram: t.me/nexocristiano,
El autor estĆ” convencido de que las fĆ³rmulas de crecimiento heredaras ya no funcionan mĆ”s. Y en lugar de confiar en soluciones ligeramente revisadas del pasado, Ć©l ve una visiĆ³n de crecimiento de la iglesia que viene por saber aprovechar el poder de la iglesia primitiva, que pasĆ³ de tan sĆ³lo 25.000 fieles en el aƱo 100 a un mĆ”ximo de 20 millones de en el aƱo 310. TambiĆ©n comenta sobre el maravilloso crecimiento que experimenta hoy en dĆa en la iglesia en China y en otras partes del mundo. ¿CĆ³mo lo hacen?...
A partir de la bases teolĆ³gicas para la aplicaciĆ³n prĆ”ctica, Hirsch lleva al lector a travĆ©s de esta dinĆ”mica mezcla de pasiĆ³n, la oraciĆ³n y la encarnaciĆ³n prĆ”ctica de redescubrir el potencial latente de la iglesia moderna en Occidente.
Del prĆ³logo del libro
¿Te has desfragmentado recientemente? A veces nuestros discos duros necesitan ser desfragmentados. No siempre entramos bien del todo los datos. Cuantos mĆ”s archivos tenemos y cuantos mĆ”s programas nos descargamos, mĆ”s se lĆa el disco duro, ya que le entran cosas dispersas, confusas y aleatorias que quedan desperdigadas por todas partes. Las averĆas, los apagones y los programas colgados solo hacen que contribuir a dicha fragmentaciĆ³n.
Cuanto mĆ”s tiene que trabajar el disco duro para recuperar la informaciĆ³n original, mĆ”s lento funciona, mĆ”s borrosas salen las imĆ”genes y todo cuesta mucho mĆ”s. Como postergador en serie, tiendo a posponer la desfragmentaciĆ³n hasta que casi no me funciona el ordenador. Desfragmentar significa dejar que el ordenador no haga nada mĆ”s que limpiar la confusiĆ³n causada por mis fregados y fiascos. Esta limpieza puede durar horas. Pero una vez pasado el proceso de desfragmentaciĆ³n, mi disco duro recupera su velocidad y mis imĆ”genes vuelven a aparecer, chasquear y saltar con claridad y convicciĆ³n.
El cristianismo ha sufrido montones de choques y averĆas durante los Ćŗltimos dos mil aƱos. Durante los Ćŗltimos quinientos, su disco duro original se ha borrado tantas veces, sobre todo en Occidente, que casi se queda parado. En Caminos olvidados, una voz de quien ha llegado primero al futuro ha proporcionado al cristianismo del siglo XXI el mejor desfragmentador de disco disponible. Alan Hirsch no solo aporta frescura a unos temas que por haber sido tratados con tanta frecuencia parecen ya gastados, sino que tambiĆ©n nos aporta un vocabulario y una visiĆ³n que pueden ayudar a restaurar el disco duro original del cristianismo, su carĆ”cter apostĆ³lico, que es el resultado neto de la convergencia de seis elementos orgĆ”nicos del ADNm (m, por misional).
Hirsch escribe: “El ADN es a los sistemas biolĆ³gicos lo que el ADNm es a los sistemas eclesiales.” Pero antes deberemos dejar de hacer lo que estamos haciendo y dejar que el desfragmentador haga su trabajo en nuestras mentes y ministerios. Hirsch tiene algunas cosas preocupantes que decir sobre el liderazgo, el consumismo, la cultura de la clase media, Al-Qaeda, la comunidad, los seminarios y las mega iglesias. Nos fuerza a tomarnos en serio la situaciĆ³n misional en que estamos y, en el proceso, limpia la frase “iglesia misional” de su frecuente mal uso. TambiĆ©n tendremos que dejar de cantar canciones como «refugio en la tormenta»; dejar de languidecer por el equilibrio, la seguridad y la quietud; y dejar de temer al zeitgeist cultural y al estar en el meollo de la vida. Una cosa es crear una comunidad contracultural o una subcultura cristiana, otra mucho mĆ”s difĆcil es vivir como una “communitas misional encarnacional” en medio de una cultura pero libre de sus dictados y juicios: estar “en” ella sin ser “de” ella, pero tampoco quedar “fuera de” ella. Cuando abrimos las ventanas al mundo, como hizo el Papa Juan XXIII, quizĆ”s no se trate tanto de dejar entrar al zeitgeist como de dejar al EspĆritu Santo soplar dĆ³nde le plazca.
La iglesia que recuperaremos cuando el desfragmentador de Alan Hirsch termine su trabajo es, sin embargo, una iglesia que se mete en el mundo salvaguardando la tradiciĆ³n. La denomina iglesia misional emergente (EMC, Emerging Missional Church). Me referirĆ© a este libro usando las mismas siglas, pero con una anotaciĆ³n adicional.
Hirsch ha descubierto la fĆ³rmula que desvela los secretos del universo eclesial, al igual que Einstein descubriĆ³ la fĆ³rmula de tres simples letras y un nĆŗmero (E=mc2), que desvelĆ³ los secretos del universo fĆsico. Hay algunos libros tan buenos que vale la pena leerlos hasta el final. Hay tan solo unos pocos tan buenos como para leerlos hasta el final de los tiempos. Caminos olvidados es uno de ellos. Leonard Sweet
Fuente: www.alanhirsch.org/about
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