Sifra y Fúa, mujeres con coraje y calidad – ¡y sin embargo no feministas!



Personas que conocen a su Dios no se pliegan si la presión crece!
Nancy Leigh deMoss 

En Sifra y Fúa se presentan dos mujeres impresionantes que son probadas en el caldero caliente de Egipto. 

En los primeros capítulos del libro de Éxodo el pueblo de Dios se encuentra en una situación muy grave – marcada por servidumbre, miseria, represión, injusticia, amargura y violencia. Dios encamina la atención en dos mujeres asombrosas mencionadas por sus propios nombres: Sifra y Fúa – ¡parteras de profesión! Y parteras parecen ser una especie enteramente particular de mujeres desenvueltas, decisivas y fuertes. Evidentemente eran conocidas como tal, probadas y confiables – en una palabra: ¡parteras buenas! 

Sifra y Fúa reciben una orden del mismísimo rey de los egipcios. Una orden cruel, horrible, y escandalosa, para parteras en particular: 

«Cuando asistáis a las hebreas en sus partos, y veáis el sexo, si es hijo, matadlo ….» (Éx 1:16).  

Pero después encontramos en el texto uno de estos «pero» divinos: 

«Pero las parteras temieron a Dios, y no hicieron como les mandó el rey de Egipto, sino que preservaron la vida a los niños»  (Éx 1:17).

Dos mujeres contra el resto del mundo … 

Probablemente todos nosotros conocemos esta historia desde nuestros días en la escuela dominical y sin embargo es siempre desafiante reflexionar de nuevo sobre lo que sucede aquí: Se trata de dos mujeres que tienen que escoger: tienen que escoger si toman en serio los planes y pensamientos del Rey de Reyes – o la amenaza del rey de Egipto: U obedecer a Dios – ¡o a su adversario! ¡Tienen que escoger si prefieren amar y salvar su vida propia – o salvar la vida de los recién nacidos del pueblo de Dios! 

Estas dos parteras toman la decisión justa – pero su lealtad hacia Dios y hacia Su pueblo tiene consecuencias: Son convocadas al faraón! 

Podemos imaginarnos bien como hacen caso a la cita y tienen que atravesar el complejo de los palacios gigantes y suntuosos, acompañadas por miradas de asombro, críticas y de indignación. Por fin están paradas delante del soberano de Egipto, que tiene el poder de condenarlas a la muerte con un pequeño movimiento de su pulgar … 

¡Tanto más asombrosa es la actuación valiente de estas mujeres! 

Después de haber sido interrogadas por el faraón, ellas inician su «contraataque», y descubren a las mujeres egipcias y su debilidad:

«Porque las mujeres hebreas no son como las egipcias; pues son robustas, y dan a luz antes que la partera venga a ellas» (Éx 1:19).

La historia ahora plantea algunas preguntas ¿Si las parteras han dicho la verdad en esta interrogación hecha por el faraón? ¿Han mentido ellas? Pero, leyendo el texto dentro de su contexto, es bien difícil de imaginarse esto. Estas fueron mujeres valientes y listas, acostumbradas a tratar con cualquier desafío inesperado. 

Puede ser, por ejemplo, que convinieron con las mujeres hebreas, esperando – durante la última fase del nacimiento – en la puerta de la casa o en una pieza contigua, hasta que las mujeres hayan dado a luz, para ocuparse después de las madres y sus bebés. 

Faraón por fin había dicho sí: «Cuando … veáis el sexo, si es hijo …» (v. 16). Y que las hebreas realmente fueron «robustas», teniendo mucho aguante, esto queda fuera de duda, dado las circunstancias de sus vidas. 

Otra vez nos recordamos de un pasaje nuevotestamentario, hablando – entre otras cosas – de la salvación de Sara de una situación aparentemente sin salida: 

«Porque así también se ataviaban en otro tiempo aquellas santas mujeres que esperaban en Dios, estando sujetas a sus maridos; como Sara obedecía a Abraham, llamándole señor; de la cual vosotras habéis venido a ser hijas, si hacéis el bien, sin temer ninguna amenaza» (1P 3:5-6).

Y también a la interpelación: 

«Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres» (Hch 5:29). 

Sifra y Fúa resultan como ejemplos valientes e impresionantes al superar una situación en la cual fue necesario obedecer a Dios antes que a los hombres. Ellas hacen lo que tienen que hacer – según su conciencia y sus convicciones delante de Dios – ¡dejando todas las consecuencias en las manos de Dios! 

Quién va a mover algo, debe estar parado firmemente él mismo. Søren Kierkegaard 

Y Dios actúa: Les regala esposos y familias, ante todo gozo y la certeza de haber cumplido con la voluntad de Dios, de haber hecho bién al pueblo de Dios, y de haber contribuido a su existencia y multiplicación – y de esa manera haber sido una bendicion genuina.

 «Y Dios hizo bien a las parteras» – ¡bendición que «refluye»! – «y el pueblo se multiplicó y se fortaleció en gran manera» (Éx 1:20)

¡La enciclopedia de nombres bíblicos de Abraham Meister traduce «Sifra» como «belleza» y «Fúa» como «la brillante»! Dado el hecho que nombres en la Biblia muchas veces son «programa» o propósito o deseo, estos nombres de veras parecen bastante reveladores. 

Porque estas dos mujeres muestran una fuerza y belleza internas que – entre otros – salvaron la vida a un muchacho de quién se iba decir más tarde que no sólo era «bello» o «agradable », sino «bello/agradable a Dios» (Hch 7:20) … un muchacho de quién ni aún podían presentir en este momento cuál función eminente e importante él iba jugar para Dios y para su pueblo … 

Dos mujeres que activamente tomaron parte en la mutiplicación y el fortalecimiento del pueblo de Dios. Dos mujeres que temieron a la Persona correcta – y no temieron a la persona falsa. Dos mujeres, cuyas convicciones también sobrevivieron tiempos de prueba y un «test de dureza» severo … ¡Dos mujeres que fueron portadoras de bendición genuinas! 

Para reflexionar 
  •  Según tu opinión ¿Cuales peligros traen los tiempos difíciles? 
  • ¿Donde están tus peligros personales al respecto de: resignación, rebelión, desánimo, amargura …?
  • ¿Tienes convicciones, por las cuales estarías dispuesta a luchar – y también a sufrir, si fuera necesario? 

Quien está parado delante de Dios, no necesita arrastrarse delante de los hombres.

Por Ulla Bühne 

Extraído del libro Mujeres ante Dios, Oportunidades y Peligros; CLV 

Sobre la autora: Ulla Bühne, nació en 1948. Contrajo matrimonio con Wolfgang Bühne en 1969. Ha sido dotada y retada por 7 hijos, 5 yernos y nueras, y 14 nietos. Junto a su esposo ha patrocinado y liderado un campamento cristiano por 27 años, llamado «Schoppen», en Sauerland, Alemania.
Ulla ha sido una fiel y consagrada colaboradora al ministerio de la literatura, así como a la consejería y otros muchos servicios en la obra del Señor.

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