Estamos en el primer siglo d. C.: Un airado emperador en
Roma que usa su poder para llevar a cabo un tipo de «limpieza
étnica» para desterrar todos los judíos de Roma, y el principio
de un relato asombroso sobre dos personas quienes estaban
entre los afectados …
Un soberano lúgubre, que escribe una historia sangrienta y
el Señor de la historia, que tiene todo el poder para hacer de
todo esto una historia para Su honra …
Un relato, que empieza con «cierto [literalmente] judío» – y
su mujer:
Después de estas cosas, Pablo salió de Atenas y fue a
Corinto. Y halló a un judío llamado Aquila, natural del
Ponto, recién venido de Italia con Priscila su mujer, por
cuanto Claudio había mandado que todos los judíos saliesen
de Roma. Fue a ellos, y como era del mismo oficio, se
quedó con ellos, y trabajaban juntos, pues el oficio de ellos
era hacer tiendas (Hch 18:1-3).
Un pasaje con muchas informaciones …
Pablo viene a Corinto y encuentra a cierto judío. No es enteramente
claro si le había buscado y hallado – quizá a base de
informaciones obtenidas – o si le había hallado sin haberle
buscado específicamente. La nota «cierto [o: un tal] judío»,
(literalmente), en todo caso aclara (al lado de todas las otras
cosas, que esta palabra: «cierto [o: tal]» puede significar), que
este hombre con su mujer tenían un lugar definido en los planes
de Dios.
También resalta que Aquila y Priscila no han dejado Roma
voluntariamente, sino que fueron expulsados.
También es notable que se dice de ambos que fueron hallados
por Pablo: «Y halló a cierto [o: tal] judío llamado Aquila …
y Priscila su mujer …».
Estando conectados a través del mismo oficio Pablo se junta
con ellos. Aunque hacía poco que Aquila y Priscila habían
experimentado un destierro y un largo viaje y seguramente
nada confortable o fácil, no «se lamen las heridas» sino que ya
están trabajando diligentemente de nuevo.
Y también es excepcional que ambos tienen el mismo oficio
…
Pero este encuentro, este «hallar» también fue el principio
de una amistad impresionante y ejemplar, que por un
lado estaba caracterizada por una comunión íntima, por aprecio
y confianza. Del otro lado esta amistad permitía libertad y
espontaneidad completa para estar delante del Señor y seguir
sus mandamientos, aunque esto los llevó en direcciones diferentes
con acentuaciones diferentes.
Pero también había viajes en conjunto:
Mas Pablo, habiéndose detenido aún muchos días allí,
después se despidió de los hermanos y navegó a Siria, y con
él Priscila y Aquila, habiéndose rapado la cabeza en Cen153
crea, porque tenía hecho voto. Y llegó a Efeso, y los dejó
allí; y entrando en la sinagoga, discutía con los judíos …(Hch 18:18-19).
Y mientras Aquila y Priscila se quedan en Efeso otra vez acontece
un encuentro interesante – otra vez con «cierto [o: tal]»
judío (tres veces este «cierto [o: tal]» es añadido a una persona
en este capítulo):
Llegó entonces a Efeso cierto [o: tal] judío llamado Apolos,
natural de Alejandría, varón elocuente, poderoso
en las Escrituras. Este había sido instruido en el camino
del Señor; y siendo de espíritu fervoroso, hablaba y enseñaba
diligentemente lo concerniente al Señor, aunque solamente
conocía el bautismo de Juan. Y comenzó a hablar
con denuedo en la sinagoga; pero cuando le oyeron Priscila
y Aquila, le tomaron aparte y le expusieron más exactamente
el camino de Dios» (Hch 18:24-26).
Si leemos esta descripción de este Apolos, ¡uno casi queda
hecho polvo ante tantas calidades, virtudes y talentos! Él es
natural de Alejandría, un varón elocuente, poderoso en las
Escrituras, instruido en el camino del Señor, fervoroso de espíritu,
habla y enseña diligentemente lo concerniente a Jesús, y
también habla con denuedo a los judíos en la sinagoga …
¿Es este pues, un hombre que casi ha llegado al estado de
perfección? ¿Una persona a los pies de quién todos deberían
estar sentados? ¿Una persona que está muy por encima de
todos los demás?
Qué personas deben haber sido Aquila y Priscila, que por
un lado pudieron reconocer todas estas calidades positivas
– ¡pero que del otro lado tuvieron discernimiento (nacido
de un buen entendimiento y una motivación buena) en cuanto
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a las áreas donde todavía faltaba algo en este hombre extraordinario!
Donde Apolos todavía necesitaba ayuda … donde
(con un poco de ayuda y apoyo) todavía podría ser aún más
útil para Dios …
Eran un matrimonio con «corazones de pastores», con un
amor «de ojos abiertos», un santificado conocimiento de la
naturaleza humana y sabiduría dada por Dios. Con una simpatía
impresionante en su discernimiento y con la disposición y
la habilidad de ayudar – ¡un equipo fantástico! Cuando somos
enseñadas por personas con estas virtudes pues recibimos con
mucho gusto que nos «expongan más exactamente el camino de
Dios …»
De la misma manera de que Dios ha hecho dos de uno en la creación, ¡así Él hace uno de dos en el matrimonio! Thomas Adams
Y no solamente juzgan con una armonía notable – ellos también
reaccionan así! Asumen responsabilidad de modo que
después de la comprensión también siguen acciones: «… pero
cuando le oyeron Priscila y Aquila, le tomaron aparte y le expusieron
más exactamente el camino de Dios» (Hch 18:26). «El
camino de Dios» (en el cual Apolos ya había sido instruido y en
el cual, a pesar de todo, le hacía falta más instrucción e interpretación)
significa: el bautismo cristiano, los fundamentos
de la fe, detalles importantes, el «camino de Dios» contrastado con caminos falsos, conocimientos prácticos resultantes de las
bendiciones y experiencias de una vida probada en el servicio
común para Dios.
Para poder exponer el «camino de Dios» más exactamente,
uno tiene que conocerlo bien, uno tiene que haberse ocupado
intensamente con él – uno tiene que saber qué es el «camino de
Dios» – y lo que no lo es …
Y Apolos escucha, comprende y aprende – con un resultado
bendito: «… y llegado él allá, fue de gran provecho a los que por
la gracia habían creído …» (Hch 18:27) – por medio de mostrar
y defender los fundamentos de la fe: el testimonio de las
escrituras bíblicas y que Jesús es el Cristo, a quien es necesario
creer. Apolos recibió ayuda efectiva por medio de este matrimonio
ejemplar y en seguida pudo ayudar mucho a otros …
Por muchos extensos capítulos no oímos nada más de Priscila
y Aquila, hasta que llegamos a Romanos 16:3-5:
Saludad a Priscila y a Aquila, mis colaboradores en
Cristo Jesús, que expusieron su vida por mí; a los cuales no
sólo yo doy gracias, sino también todas las iglesias de los
gentiles. Saludad también a la iglesia de su casa.
¡Qué testimonio! ¡Cuánto aprecio y afecto hay en este saludo!
¡Una amistad en la cual la fidelidad fue vivida hasta la muerte!
¡Y un amor dispuesto a entregar la vida por los hermanos – por
el hermano!
¡Luchando juntos en la obra del Señor! ¡Con tal esfuerzo
que todas las iglesias de los gentiles daban gracias a ellos!
También encontramos afecto, aprecio, un verdadero interés
y un amor palpable en el saludo de ambos a los Corintios:
Aquila y Priscila, con la iglesia que está en su casa, os
saludan mucho en el Señor (1Co 16:19).
Luego la última mención en 2Ti 4:19: «Saluda a Prisca y a
Aquila, y a la casa de Onesíforo.»
Pablo ha llegado al fin de su vida. Ha peleado la buena batalla.
Pero sus fuerzas están gastadas. La vida y también las palabras
se reducen a lo más necesario. Pero los viejos amigos y «compañeros
de armas» nunca son olvidados, todo lo contrario, son
siempre muy apreciados: Pablo, el viejo guerrero cansado, los
saluda la última vez …
El conde Nicolás de Zinzendorf dice de la ordeñadora tuerta
Anna-Helene en Herrnhut, que uno ya podía considerarse
como convertido si uno solamente entraba en su casa – por su
habilidad excepcional de ganar almas para el Señor …
Con Priscila y Aquila no podemos evitar la impresión que
dondequiera que ellos aparecían, allí de pronto una iglesia iba
a nacer: «… y la iglesia en su casa …» (Ro 16:5; véase también
1Co 16:19).
También es fascinante estudiar el mensaje implicado en los
nombres y el orden en que aparecen: Empieza con «él», pero
ambos son «hallados» igualmente. Siempre cuando Lucas es
el «portavoz» de Pablo (es decir en el libro de los Hechos),
él usa para ella una forma de nombre que (según Arnold
Fruchtenbaum)
indica una relación íntima y amistosa: «Priscila
». Esta forma íntima también se usa donde Aquila y Priscila
son los que saludan y donde permiten que sus «corazones
hablen» – como en 1Co 16:19.
Prisca, la forma oficial de su nombre, se usa si ella es
mencionada en una epístola oficial y no saludan ellos mismos
– como en Ro 16:3 y 2Ti 4:19. También esto (otra vez
según Arnold Fruchtenbaum) es un signo de respeto y estima
para no dejar surgir pensamientos irrespetuosos.
También el orden de la mención de los nombres es notable:
En la primera mención Aquila – como la «cabeza» es mencionado
primero (su nombre significa «águila»). Si Pablo relata
sobre el viaje a Siria, él (¡como hombre caballero!) «cede el
paso» a Priscila. «Priscila» significa «la venerable» o «la veterana
fiel». En el encuentro con Apolos de un lado actúan juntos,
pero del otro lado se trata de responsabilidad espiritual en
preguntas y temas decisivas, y se trata también de los fundamentos
de la fe, y así (como podemos esperar) Aquila es mencionado
primero. Si Pablo escribe a una iglesia o a un hermano
él muestra respeto y aprecio a través del hecho que él menciona
a Priscila como primera, y también a través de llamarla (por el
carácter oficial del escrito) con su nombre oficial «Prisca» …
¡¡Y que todavía alguien afirme que Pablo era un enemigo de
las mujeres!!
Si uno considera todo lo que se relata de este interesante matrimonio,
uno recibe la impresión: ¡Priscila y Aquila sólo los
recibimos como «un paquete doble»! En todos los seis lugares
ambos son mencionados. Ellos viven según el «sistema del
zíper o de cremallera doble»:
Inseparables, un complemento perfecto según el lema:
«¡Juntos somos fuertes!» Esto es exactamente lo que Dios había
planificado desde el principio: ayuda, complemento, correspondencia,
llegar a ser «uno» de «dos». ¡Hacer «un cordón de
tres dobleces», que «no se rompe pronto«!
Dos que son unidos en el servicio delante de, por y con el
Señor y estando unidos no violan las reglas divinas de subordinación
…
Dos, que han dejado atrás huellas impresionantemente buenas,
huellas de bendición …
Dos en un esfuerzo incansable por su Dios y por Su obra …
Dos en un «equipo invencible» …
Para reflexionar
- ¿Cómo reaccionas si Dios permite cosas inesperadas, obstáculos, miserias o dificultades en tu vida que hacen «revolver» o «tambalear» tus planes y deseos?
- ¿Cómo evalúas tu propia disposición de servir a Dios en correspondencia con Su dirección y tu talento? ¿Conoces a matrimonios o amistades que te recuerdan a Priscila y Aquila?
- ¿Qué valor tendría una relación semejante para ti?
- Si estuvieras en una situación donde pudieras ayudar a un «Apolos», ¿podrías «exponer el camino de Dios más exactamente» para él?
Entre hombre y hombre lo máximo es ser un ayudador! Søren Kierkegaard
Extraído del libro Mujeres ante Dios, Oportunidades y Peligros; CLV
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