Escribo desde la perspectiva de un pastor de una iglesia evangélica en un país donde el matrimonio del mismo sexo ha sido la ley del país durante una década. Eso no quiere decir que tengo alguna sabiduría singularmente profunda, pero sí quiere decir que hemos tenido una década para procesar y orar sobre el asunto. Espero que lo que ofrezco pueda ayudar. Es mi punto de vista. Mis dedos tiemblan ante el teclado, porque mi objetivo es ayudar en medio de un diálogo que parece mucho más divisivo que unifica-dor o constructivo.
Habrá muchos que no estarán de acuerdo conmigo, estoy seguro, pero espero separar el debate de la dicotomía de los extremos, “el cielo se está cayendo” y “esto es lo mejor que ha pasado” que parece caracterizar gran parte del diálogo hasta ahora. El propósito de este artículo no es tomar una posición o definir cuestiones teológicamente (por que ya hay mucho debate sobre eso). Más bien, el propósito de este artículo es reflexionar sobre cómo responder como iglesia cuando la ley del país cambia fundamentalmente, tal como ha cambiado en cuanto al matrimonio entre personas del mismo sexo y muchas otras cuestiones.
A continuación hay cinco perspectivas sobre el tema que espero sean útiles a los líderes de las iglesias al pensar y orar sobre el camino a seguir.
1. La iglesia siempre ha sido contracultural
La mayoría de nosotros hemos nacido en un tiempo único en la historia en la que nuestra cultura está pasando de ser una cultura cristiana a ser una cultura post cristiana ante nuestros propios ojos. Independientemente de lo que usted piensa acerca de la historia, la teología o exactamente cuándo ocurrió este cambio, está claro para todos nosotros que el mundo en el que nacimos ya no existe. Puntos de vista que fueron ampliamente aceptados por la cultura hace apenas décadas, ya no se aceptan. Para algunos esto parece progreso. Para otros, parece que estamos perdiendo algo. De todos modos, las cosas han cambiado fundamentalmente.
¿Pero es eso realmente un gran problema? Durante la mayor parte de los últimos 2000 años, la Iglesia auténtica ha sido contracultural. La iglesia fue sin duda contracultural en el primer siglo. Incluso durante el apogeo de la “era cristiana” (cuando quiera que fuera), aún los historiadores más conservadores estarían de acuerdo en que el cristianismo aceptado por el estado o gobierno era diferente que el cristianismo auténtico que leemos en las Escrituras o que fuera practicado por muchos devotos seguidores de Jesús.
El ser contracultural por lo general es más ayuda que perjuicio a la iglesia. Si lo piensa bien, independientemente de su posición teológica, todos sus puntos de vista como cristiano son contraculturales y siempre lo serán. Si sus puntos de vista son culturales, probablemente no está prestando suficiente atención al leer las Escrituras.
Independientemente de su posición teológica, to-dos sus puntos de vista como cristiano debieran ser contraculturales. Somos mejores cuando ofrecemos una alternativa a la cultura, no sólo un reflejo de una espiritualidad diluida o pirateada.
2. Es realmente extraño pedir a los no cristianos que obedezcan los valores cristianos
Tal como el Grupo Barna ha señalado, un número creciente de personas en Estados Unidos se describe mejor como post cristiano. La mayoría de los canadienses sin duda califican como teniendo una visión post cristiana del mundo. La pregunta que los cristianos viviendo en una cultura post cristiana deben hacerse a sí mismos es la siguiente: ¿Por qué deberíamos esperar que los no cristianos que se comporten como cristianos?
Si usted cree que el sexo es un don dado por Dios para ser experimentado entre un hombre y una mujer dentro del matrimonio, ¿por qué espera que las personas que no siguen a Cristo acepten eso? ¿Por qué deberíamos esperar que las personas que no profesan ser cristianos:
…esperen hasta el matrimonio para tener relaciones sexuales?…limpien su vocabulario y manera de hablar?…dejen de fumar marihuana?…sean fieles a una persona de por vida?…aprueben leyes como si la nación entera fuera cristiana?
¿En serio? ¿Por qué? ¿Por qué los cristianos esperan que los no cristianos se comporten como cristianos?
¿Por qué? La mayoría de la gente hoy en día no pretende ser cristiana. Así que, ¿por qué iban adoptar valores o moral cristiana?
Por favor, no me malinterprete. Soy un pastor. Creo plenamente que Jesús no sólo es El Camino, sino que la manera de Dios es la mejor manera. Al seguir las enseñanzas bíblicas acerca de cómo vivir la vida, su vida simplemente va mejor. Absolutamente va mejor. Estoy 100 por ciento de acuerdo. Personalmente hago todo lo que puedo para alinear mi vida con las enseñanzas de las Escrituras, y soy un fanático en ayudar a cada seguidor de Cristo a que haga lo mismo. Pero, ¿cuál es la lógica de condenar a la gente que no sigue a Jesucristo por comportarse como personas que no siguen a Jesús?
¿Por qué juzgar al mundo con el mismo estándar o norma con que se juzga a la iglesia?
En primer lugar, los no cristianos por lo general actúan de manera más consistente con su sistema de valores que usted. Es difícil que un no cristiano sea un hipócrita porque tienden a vivir lo que ellos creen. Lo más probable es que son mejores en el vivir sus valo-res que usted o yo somos. Jesús nunca culpó a los paganos por actuar como paganos. Pero Él habló en contra de las personas religiosas por actuar hipócrita-mente. Considere eso.
3. Ha estado tratando con el sexo fuera del matrimonio tradicional por un LARGO tiempo
Si cree que el sexo homosexual es pecado, en realidad no es moralmente diferente de sexo normal fuera del matrimonio. Sea honesto, prácticamente toda persona soltera en su iglesia está teniendo sexo (sí, incluso los cristianos). Sé que quiere creer que no es verdad (créame, quiero creer que no es cierto), pe-ro ¿por qué no pregunta por ahí? Descubrirá que sólo unos pocos realmente rinden su sexualidad a Cristo. Por no hablar de las personas casadas que luchan con la pornografía, la lujuria y una larga lista de otras disfunciones. Si cree que el matrimonio homosexual no es el designio de Dios, en realidad está tratando con el mismo tema con el que ha estado lidiando todo el tiempo: el sexo fuera del contexto designado por Dios. No es necesario tratarlo de manera diferente.
Por cierto, si no confronta el sexo fuera del matrimonio, no empiece a ser inconsistente ahora y hablar en contra de sexo homosexual o gay. Y ya que está en eso, es posible que desee empezar a confrontar la gula, y el chisme, y la codicia. Por lo menos sea coherente y humildemente confronte todas las formas de relaciones sexuales fuera del matrimonio.
El diálogo es posible. (El pastor Andy Stanley ofrece una gran justificación para la permanencia del sexo dentro del matrimonio: http://northpoint.org/ messages/the-new-rules-for-love-sex-and-dating/) Tenemos este diálogo todo el tiempo en nuestra iglesia. Y la gente está agradecida por ello. También hablamos sobre nuestra codicia, nuestra gula, nuestros celos y nuestra hipocresía como cristianos. Es asombroso. Jesús trae sanidad a todos estos ámbitos de la vida, incluyendo nuestra vida sexual.
Si no habla sobre todas las formas de sexo fuera del matrimonio, no hable de sexo gay.
4. La iglesia primitiva nunca buscó dirección del gobierno
Tener un gobierno que no acepta todos los valores de la Iglesia realmente pone a los cristianos contemporáneos en gran compañía: la de los primeros seguidores de Jesús. Jesús pasó alrededor de cero tiempo de su ministerio pidiendo al gobierno que cambiara. De hecho, la gente le pedía a Él que se convirtiera en el gobierno, y Él respondió que su Reino no es de este mundo.
El apóstol Pablo se presentó ante funcionarios de gobierno con regularidad. Ni una sola vez les pidió él que cambiaran las leyes del país. Él, sin embargo, invitó a los funcionarios del gobierno a permitir que Jesús mismo les cambiara a ellos. Pablo sufrió constantemente a manos de las autoridades, hasta final-mente morir bajo su poder, pero al igual que Jesús, no buscaba cambio de parte de ellos. En lugar de pedir al gobierno que lo pusiera en libertad de la cárcel, él escribió cartas desde la cárcel que hablan sobre el amor de Jesucristo. En lugar de mirar al gobierno en busca de ayuda, Pablo y Jesús miraban a Dios.
Ninguno de nosotros en Occidente está sufriendo tan radicalmente como Jesús y Pablo sufrieron a manos de su gobierno. De hecho, en Canadá y los EE. UU., nuestros gobiernos protegen nuestra libertad de reunión e incluso de estar en desacuerdo con los demás. Además, nos dan exenciones de impuestos para las donaciones. Honestamente, no la pasamos tan difícil.
Tal vez el futuro de la Iglesia en Norteamérica será más como lo fue la iglesia primitiva, levantándose temprano, antes del amanecer, para orar, para animar, para partir el pan. Tal vez uniremos nuestras posesiones y veamos la imagen de Dios en las mujeres. Y amemos a nuestras esposas radical y profundamente, con un amor protector que escandalice la cultura. Tal vez trataremos a los demás con un amor de entrega, e incluso ofrezcamos nuestras vidas en lugar de las suyas. Tal vez estaremos dispuestos a perder nuestros trabajos, nuestros hogares, nuestras familias e incluso nuestras vidas por seguir a Jesús. Eso podría desencadenar una revolución, como lo hizo hace dos milenios. Tal vez entonces el gobierno prestaría atención, asombrado por el amor que muestran los seguidores radicales de Jesús.
5. El condenar a las personas homosexuales está destruyendo cualquier relación potencial que pudiéramos desarrollar
Incluso las primeras 72 horas de reacción de los medios sociales han abierto una brecha más profunda entre los líderes cristianos y la comunidad homo-sexual, a la que Jesús ama (sí, Jesús murió por el mundo, porque los ama). El juicio y la condenación es una estrategia de evangelismo terrible. La gente no hace fila para ser juzgados. Al contrario, huyen. Si quiere seguir siendo ineficaz en alcanzar a las personas que no pertenecen todavía a la Iglesia, continúe juzgandolos y condenandolos.
El juzgar a la gente de afuera es anticristiano. Pablo nos dijo que dejáramos de juzgar a las personas de fuera de la iglesia.
Jesús dijo que Dios nos juzgará por la misma norma con la que juzgamos a los demás. Pablo también nos recuerda que debemos dejar la actitud arrogante; que ninguno de nosotros fue salvo por el bien que hicimos, sino por la gracia.
Respire profundo. Usted fue salvo por gracia. Sus pecados son simplemente diferentes a muchos otros. Y honestamente, en muchos aspectos, son iguales. Así que, ame a la gente. Especialmente a las personas con las que no está de acuerdo.
Nota:Estas son algunas de las cosas que he aprendido, y con las que estoy luchando. El diálogo no es fácil cuando la cultura está cambiando, y la gente que sinceramente ama a Jesús está sinceramente en desacuerdo. Creo que hay más esperanza que desespe-ranza para el futuro. La ética radical de la gracia y la verdad que se encuentra en Jesús se necesita desesperadamente en nuestro mundo actual ahora más que nunca.
¿Es el camino claro como el cristal? No, pero en lugar de ser un retroceso, tal vez esto pueda mover la iglesia a un paso más cercano de realizar su verdadera misión.
… Pero por favor, pase tiempo orando por la situación y por las personas que conoce que han sido afectadas por este diálogo
....
En realidad, pase más tiempo orando.
Eso es lo que todos necesitamos.
Y eso es lo que va a mover la misión de la iglesia hacia adelante
Publicado con el titulo Algunos consejos acerca del matrimonio homosexual para líderes de
las Iglesias de Estados Unidos, de parte de un canadiense, en el sitio https://www.tnbaptist.org/
Carey Nieuwhof es el pastor principal de la Iglesia Connexus. Su más reciente libro, “Impacto Duradero: 7 Conversaciones poderosas que pueden ayudar a su iglesia a crecer,” sale a la luz en el verano de 2015. Carey habla a audiencias de todo el mundo sobre el cambio, el liderazgo y la crianza de los hijos, y es conductor del destacado “Carey Nieuwhof Leadership Podcast.”
Para leer el artículo original en inglés visite: http://careynieuwhof.com/2015/06/some-advice-on-same-sex-marriage-for-us-church-leaders-from-a-canadian/
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