Las Langostas No Heredan Tierras!
Un llamado a cambiar su visión de sí mismo
Por Juan José Churruarín
Cuando los náufragos alcanzaron tierra firme en la Isla de Malta, los nativos encendieron un fuego y recibieron a toda la tripulación del barco destruido por la tempestad (Hechos 28:1-10). Al recoger Pablo algunas ramas secas para el fuego, fue picado por una víbora venenosa; los naturales de la isla esperaban ver morir a Pablo y, al no sucederle nada, pensaron que era un dios. Seguidamente, el padre del hombre principal de la isla fue sanado, y otros que también estaban enfermos fueron sanados.
Las cosas sucedidas en aquella isla eran las señales que Jesús dijo que seguirían a los que creyeren en su nombre: "En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.
Marcos 16:17,18"
La clave de todos estos prodigios es el ejercicio de la fe.
A los que creen
En su segunda carta a los corintios Pablo exhorta a los cristianos que se examinaran para ver si estaban en la fe ( 2 Corintios 13:5). Luego el escritor a los hebreos adviene que "sin fe es imposible agradar a Dios. Hebreos 11:6" . También Pablo escribe a los romanos que "lo que no proviene de fe. es pecado. Romanos 14:23". Y nuevamente, el escritor sagrado recuerda a los hebreos que al pueblo de Israel que salió de Egipto no les sirvió de nada al haber oído la palabra de Dios, por no ir acompañada de fe (Hebreos 4:2). Es decir, no le mezclaron fe a la palabra de Dios y, por lo tanto, no entraron en lo que Dios les había prometido.
Las Sagradas Escrituras contienen grandes promesas de Dios, pero no se puede entrar a poseerlas o apropiarse de ellas sin mezclar fe con lo que se oye o lee. Consideremos, entonces, cuán importante es, para la fe, visualizar correctamente. Después que uno recibe la palabra de Dios, debe acompañarla con fe. Debe crear dentro de su mente y su espíritu la imagen correspondiente a lo que cree. Veamos cómo esto funciona.
En Números 13:27-33 hallamos el relato del regreso de los espías israelitas que fueron enviados a reconocer la tierra de Canaán. Dios les había dicho que la tierra era buena, que les había dado esa tierra para su posesión. y que entraran con confianza. pues sus enemigos no podrían hacerles frente. La victoria estaba asegurada.
Al regresar, diez de los espías dijeron a Moisés a los oídos de todo el pueblo: "Nosotros llegamos a la tierra a la cual nos enviaste, la que ciertamente fluye leche y miel; y este es el fruto de ella. Números 13:27". Hasta aquí los espías habían comprobado con sus propios ojos que lo que Dios les había dicho acerca de la tierra era verdad. Pero el mal comienza cuando ellos se permiten dudar respecto a poseerla.
Luego, a la duda le suman una visualización incorrecta de los enemigos y de los obstáculos: "Mas el pueblo que habita aquella tierra es fuerte, y las ciudades muy grandes y fortificadas; y también vimos allí a los hijos de Anac. Números 13:28" Añadieron: "No podremos subir contra aquel pueblo, porque es más fuerte que nosotros . . . La tierra por donde pasamos para reconocerla, es tierra que traga a sus moradores; y todo el pueblo que vimos en medio de ella son hombres de grande estatura. También vimos allí gigantes, hijos de Anac, raza de los gigantes. y éramos nosotros, a nuestro parecer. como langostas; y así les parecíamos a ellos Números 13:28-33".
Observemos la imagen interior que ellos tenían de la tierra y de los enemigos.
_ pueblo fuerte
_ciudades grandes y fortificadas
_no podremos subir contra aquel pueblo
_son más fuertes que nosotros
_esa tierra traga a sus moradores
_todo ese pueblo es de grande estatura
_vimos allí gigantes
_nosotros parecíamos langostas en comparación con ellos
¿Por qué dudaron de la palabra de Dios, si al ver la tierra comprobaron que fluía leche y miel? Si eso se cumplió, ¿qué impediría que se cumpliera la palabra de Dios en su totalidad? Pero su informe produjo un desánimo general en el pueblo, provocándoles a rebelarse contra Dios.
Josué y Caleb, los dos espías restantes, hablaron a toda la congregación después y dieron su informe:
"La tierra por donde pasamos para reconocerla, es tierra en gran manera buena. Si Jehová se agradare de nosotros, él nos llevará a esta tierra, y nos la entregará; tierra que fluye leche y miel. Por tanto, no seáis rebeldes contra Jehová, ni temáis al pueblo de esta tierra; porque nosotros los comeremos como pan; su amparo se ha apartado de ellos, y con nosotros está Jehová; no los temáis.
Entonces toda la multitud habló de apedrearlos. Pero la gloria de Jehová se mostró en el tabernáculo de reunión a todos los hijos de Israel, y Jehová dijo a Moisés: ¿Hasta cuándo me ha de irritar este pueblo? ¿Hasta cuándo no me creerán, con todas señales que he hecho en medio de ellos?
Números 14:7-11
Veamos aquí el otro aspecto de las señales de Dios. Dios esperaba que el puebo creyera por las señales que él había dicho; pues las señales de Dios producen fe, nos animan a creer, y el Señor espera que creamos. Y si creemos, estas señales seguirán.
Cuando las Escrituras se refieren a Josué y Caleb, señalan que en ellos había "otro espíritu Números 14:24" . Habían presenciado las obras poderosas de Dios todo tiempo desde su salida de Egipto; habián oído y habían visto la manifestación de presencia de Dios y de su palabra. Habián grabado en sus mentes y corazones todo eso; aquellas imágenes quedaron impresas en sus retinas de tal modo que aún cerrando sus ojos seguián viendo esa presencia divina, esas señales poderosas. Dios terminó de hablarles y ellos seguían escuchando su voz. Por eso, cuando comprobaron que la tierra era buena, que fluía leche y miel, tal como Dios les había dicho, comenzaron a ver la victoria. anticipadamente. Consideremos su informe:
_tomemos posesión de ella (Números 13:30).
_más podremos nosotros que ellos.
_la tierra es en gran manera buena
la tierra fluye leche y miel
_no temáis al pueblo de esta tierra no tienen amparo; con nosotros está Jehová
_no seáis rebeldes contra Jehová, no los temáis
Eso es fe. La fe se adelanta a los hechos. Es como ver una película completa de lo que va a pasar; uno sabe lo que sucederá y cómo terminará todo. De allí surge la firmeza de sus palabras, esa determinación inclaudicable. Ellos se veían más grandes que los gigantes; ya se veían a ellos mismos triturándolos, comiéndoselos fácilmente. Veían caer a tierra los muros sobre los cuales podían andar dos carros apareados. No importa cuán largo eran, cuán anchos, cuán altos, ¡caerían!
Y así cayeron, sin tocarlos. Así derrotaron a sus enemigos. Hicieron estragos de sus ejércitos, demolieron sus fortalezas. Estaban poseídos de una visión tremenda y gloriosa de Dios. Lo conocían y habían visto sus obras, sus señales.
En cambio, los otros se habían olvidado que eran pueblo de pacto. Dios había pactado con ellos que si eran obedientes a sus palabras, uno de ellos haría huir a diez mil; nadie podría sostenerse delante de ellos. Eran el pueblo de las promesas de Dios. pero se veían como langostas. No pudieron encontrar una imágen más pequeña y despreciable. Y, como dijera un colega, las langostas no heredan las tierras, ni ninguna otra cosa. Nunca se oyó de alguien que dejara un testamento a las langostas. Ellos creían en contra de sí mismos. Al verse como langostas, se excluyeron de su herencia legítima. La fe tiene dos aspectos: positivo y negativo. "Como creíste, te será hecho", dijo Jesús (Mateo 8:13).
¡Salga del encierro; destruya ese caparazón que no lo deja crecer; borre esa visión enana; quite esos sentimientos de chatura! ¡Ensánchese! ¡Agigántese como Josué y Caleb! ¡No se achique ni retroceda! Dios no va para atrás, sino siempre para adelante. ¡Tumbe los muros del enemigo; tome las posiciones y redúzcalas y posea las promesas de Dios! Dé gracias y alabe al Señor anticipadamente; anticípese al momento en que las cosas se materialicen, y glorifique al Señor dándole gracias ahora!
Todo esto es suyo. Dios ha pactado con nosotros. Somos pueblo de pacto, el pueblo de la promesa. El testamento ha sido escrito y firmado con la sangre del Cordero inmolado. Dios ha prometido ser fiel a su propia palabra. No teniendo otro mayor por quien jurar, juró por sí mismo para mostrar su fidelidad para con su pueblo.
No se esconda en las cavernas de la tierra; los filisteos no son más fuertes que el Señor de los ejércitos. El es varón de guerra; en su muslo tiene escrito: Rey de Reyes y Señor de Señores, y sale venciendo y para vencer. Apocalipsis 19:11-16; .6:2.
Josué y Caleb habían presenciado las obras poderosas de Dios . . . Aquellas imágenes quedaron impresas en sus retinas de tal modo que aún cerrando sus ojos seguían viendo esa presencia divina, esas señales poderosas
Lo natural y sobrenatural
El ser humano se ha acostumbrado tanto a los límites que le imponen esas leyes, que sólo algunos "locos" en la historia se atrevieron a desafiarlas. Newton descubrió la ley de la gravedad que determina que todas las cosas son atraídas al centro de la tierra, y todo lo que se abandona en el vacío cae. Sin embargo, hubo personas que intentaron vencer esa ley, y hoy vemos enormes máquinas voladoras surcando el firmamento, llevando a centenares de personas y cargas de toda clase a través del espacio. ¿Cómo fue posible ésto?
Hubo otros que, no conformes con volar dentro del límite conocido, traspasaron la atmósfera y conquistaron el espacio interplanetario. ¿Como sucedió ésto? ¿Cómo fue posible?
Debemos recordar que lo que hoy llamamos "natural" fue creado en forma sobrenatural. Todo fue creado por la palabra de Dios, y aún se sostiene por la misma palabra (Hebreos 1:3). Lo sobrenatural tiene control sobre lo natural, lo espiritual sobre lo material, y lo espiritual de Dios ejerce control sobre lo espiritual del reino de las tinieblas. Cuando Pablo escribe, "mirando las cosas que no se ven" y "ausente en el cuerpo más presente en el espíritu", está insinuando que los que hemos nacido del Espíritu, debemos vivir en el Espíritu, con las cosas que son del Espíritu y con las armas y recursos del Espíritu.
Todos los "nacidos de Dios" ya están relacionados con esta dimensión sobrenatural, pues "el que se une al Señor, un espíritu es con él" (1 Corintios 6:17). Las obras que Cristo hizo, Ud. las hará también, y aún mayores porque él fue al Padre (ver Juan 14:12). Con fe en Dios desafíe las limitaciones que lo rodean y camine en dirección del propósito eterno de Dios. Si hubo personas que desafiaron las, leyes naturales por su locura (o su sabiduría) en busca de un ideal, ¿por qué no lo hará Ud. para la gloria de Dios?
De esta manera Ud. puede entender lo espiritual, porque debe ser entendido espiritualmente, ya que con la mente humana y racional eso le parecerá una locura. Pero lo insensato de Dios es más cuerdo que lo sabio del mundo.
Así el agua se convierte en vino.
La red del pescador Pedro se rompe llena de peces, en el mismo sitio donde antes no había siquiera uno.
¡Salga del encierro; destruya ese caparazón que no lo deja crecer; borre esa visión enana; quite esos sentimientos de chatura! ¡Ensánchese! Dios no va para atrás, sino siempre para adelante.
Miles de personas comen de la pequeña merienda de un muchacho.
La higuera se seca.
El viento y el mar obedecen.
Pedro camina sobre las aguas.
Los muertos resucitan.
Los enfermos se sanan.
Los endemoniados quedan liberados y salen de su prisión de opresión.
La harina y el aceite crecen de una pequeña porción a cantidades considerables.
Sale agua de una roca.
El mar y el río se abren como un camino seco para el pueblo de Dios.
Ejércitos enteros son desbaratados sin que alguien dispare una sola flecha o una sola lanza.
Dios no ha cambiado; su poder no ha menguado. Su pueblo sigue hacia la meta propuesta, y el enemigo aún se resiste. ¿Qué nos hace pensar que no podremos ir adelante? ¿Por qué tener una fe negativa? Dios puede repetir indefinidamente sus grandes y poderosas obras de incontables formas a través de sus hijos, conforme a la multifacética gracia de Dios.
Dios y el hombre caminan juntos en la acción redentora
En tanto Jesús no regrese a la tierra su plan redentor sigue en pie. Jesús dijo, "Mi Padre hasta ahora trabaja y yo trabajo. Juan 5:17". En el mismo evangelio hallamos que Jesús dijo, "Mi padre es el labrador". La obra que él realiza en las gentes es su "labranza", y nosotros somos sus colaboradores (ver 1 Corintios 3:9). El cristiano es "labranza de Dios" y, a su vez, es colaborador de Dios en dicha labranza.
Es por eso que cuando se predica el evangelio del reino, la palabra es acompañada con señales y milagros. Los discípulos de Cristo oran y Dios responde; interceden y Dios interviene; echan fuera demonios y estos salen por el poder de Dios. Lo que la iglesia ata en la tierra, eso mismo es atado en el cielo. Encontramos esta comprensión en la oración de los primeros cristianos ante su responsabilidad frente a las dificultades:
"Y ahora, Señor, mira sus amenazas, y concede a tus siervos que con todo denuedo hablen tu palabra, mientras extiendes tu mano para que se hagan sanidades y señales y prodigios mediante el nombre de tu santo Hijo Jesús.
Hechos 4:29,30"
Cuando terminaron de orar, el cielo respondió; el lugar en donde estaban orando tembló, y todos fueron llenos del Espíritu Santo y salieron a predicar su palabra con valor.
Dios esperaba que el pueblo creyera por las señales que él había hecho; pues las señales de Dios producen fe, nos animan a creer.
El propósito de las señales, prodigios y milagros
Desde que el hombre cayó de la gracia y perdió contacto con lo sobrenatural de Dios, empezó a vivir en la limitada esfera de sus capacidades. La historia bíblica y secular nos dice que el hombre en sus ansias de eternidad y en su búsqueda por llenar el vacío de su interior, incursionó -y aún hoy es así- en el campo espiritual satánico, bajo sus más variadas formas y prácticas. Algunas veces con una cobertura de inocencia, escondiendo el veneno sutilmente; en otras, en forma abierta y frontal.
Es por eso que Dios se ha manifestado y se manifiesta en nuestros días llamando la atención del hombre perdido. El propósito es que regrese a Dios. En Egipto Dios tuvo que mostrar su poder por la dureza del corazón del Faraón, y todo Egipto conoció a Dios a través de sus grandes señales.
Los que construían la torre de Babel fueron impedidos por la confusión del idioma. A Moisés Dios le llama la atención en aquella zarza que ardía sin consumirse. A Gedeón le responde su petición al poner aquel vellón de lana en el campo para que este tuviera rocío y el campo no, y al otro día el campo tuviera rocío y el vellón no. Dios quería que Gedeón confiara que él lo había llamado y comisionado.
De este modo, en todo el Antiguo Testamento y el Nuevo, en la era post-apostólica y en nuestros días, Dios manifiesta su poder en medio de las gentes para que le conozcan y comprueben su fidelidad y su poder, como el pueblo de Israel en tiempo de Elías, quienes, al ver bajar el fuego del cielo, exclamaron: ¡Sólo Jehová es Dios! Esa experiencia les hizo volver a Dios.
Si Ud. ha sido testigo del poder de Dios, no se quede mudo. ¡Cuente las maravillas del Señor! Dispóngase a ser un canal por donde corra la gracia inescrutable de Dios. ¡Salga de la platea y suba al escenario de la vida y sea un protagonista!
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